FEFAC "El presupuesto destinado para los medicamentos prescritos se agotará en el mes de julio"
Desde hace meses oímos, leemos, sabemos y sufrimos la precaria situación que atraviesa el sector de la farmacia en España. Esta realidad se torna, sin embargo, mucho más cruda, cuando los números de los que todos hablan y debaten aparecen reflejados en un documento.
Y si no que se lo digan a los farmacéuticos catalanes que han leído con asombro, como el Presupuesto presentado por el consejero de Salud, Boi Ruiz contempla una reducción del 26% en la partida asignada a medicamentos dispensados en farmacias. Esto en cómputos globales significa un presupuesto total de 949 millones, frente a los 1.285 presupuestados el pasado año.
Lo peor, aseguran desde la Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña (FEFAC) es que la partida de 2011 ya fue insuficiente y se sobrepasó en 407 millones de euros, por lo que denuncian una nueva falta de realismo en las cuentas para el 2012. "Este año aún resulta más grave, porque la cantidad destinada a medicamentos prescritos por médicos del CatSalut, previsiblemente se agotará en el mes de julio, si la tendencia del gasto farmacéutico sigue como en 2011. Cuando esto suceda, intentarán buscar recursos que suplan el resto del año, pero como no hay fondos nos encontraremos en la misma situación que ahora. No podrán pagar a las farmacias", explica el presidente de la FEFAC, Josep Esteve, quien añade ironizando, "claro que otra opción sería decir a la población que a partir de agosto no se pueden poner enfermos".
Desde la FEFAC, además de denunciar este presupuesto, también han hecho saber a todos los grupos parlamentarios catalanes su descuerdo con la tasa de un euro por receta propuesta por el consejero de sanidad catalán. Del mismo modo, desde la empresarial se lamentan de la presión recibida por los médicos y que ha llevado a reducir el gasto farmacéutico medio por habitante en 14 euros, lo que a nivel global de Cataluña significa 98 millones de euros de disponibilidad menos en medicamentos y a nivel, por ejemplo, de una farmacia con una dispensación mensual de 3000 prescripciones, 3.000 euros menos de facturación al mes. Estos ajustes así como el impago de las facturas farmacéuticas por parte de las CCAA dificulta la gestión de las boticas, que en muchos casos se han visto obligadas a negociar los pagos con las distribuidoras o a utilizar las farmacuentas para hacer frente a sus propias facturas. Esto según Esteve, ha puesto en peligro el sistema ya que "si las distribuidoras entran en fallida, los socios que son los farmacéuticos, deberán responder de la deuda y eso lo hará temblar todo".
