Las autonomías estudian ahorrar a costa del sector

Algunas comunidades autónomas estudian bajar un punto el precio de los medicamentos y otro al margen de la distribución y de la farmacia Serían las regiones gobernadas por el Partido Socialista las principales promotoras de los recortes sobre los márgenes de los agentes del sector

En pocos días, la sombra de los recortes sobre parte o la totalidad de los agentes de la cadena del valor del medicamento ha pasado de ser un mero temor a un secreto a voces. Según ha podido saber EG a través de diversas fuentes, las medidas afectarían con casi total seguridad a la industria y a la distribución. ¿Cuánto? Es lo que, todavía, no se sabe con certeza, aunque las peticiones iniciales están cifradas en un punto para cada parte. Para la distribución supondría un duro golpe, pues representaría un 13,2 por ciento de su margen. Está en el aire ver si la oficina de farmacia se verá afectada o si lo será en la misma proporción. Independientemente de ello, sufrirá un efecto arrastre por el recorte en los márgenes de los otros agentes.

A estas alturas, las cocinas de las consejerías de Sanidad están a pleno rendimiento, e intentan que sus bazas para la sostenibilidad del sistema estén situadas en un buen lugar de cara al Consejo Interterritorial sobre financiación y Pacto que tendrá lugar a mediados de marzo. Será importante para alcanzar un consenso, porque de momento no todas las comunidades aseguran alinearse con esta propuesta. Según las mismas fuentes, serían las regiones gobernadas por el PSOE las principales promotoras de los recortes en los agentes del sector.

Sobre esta cuestión, el director general de Farmacia, Alfonso Jiménez, que no hace muchos meses confiaba en no tener que tomar medidas desestabilizadoras para el sector, afirma, en declaraciones a EG, que «la situación económica es complicada y el sector sanitario en su conjunto no se puede sustraer a la misma´´. Más allá, estos recortes no entrarían en contradicción con la decisión del ministerio de no tocar el copago.

En este sentido, la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, ya dio algunas pistas durante su intervención en los Desayunos Informativos de Europa Press. Jiménez se esforzó en destacar la eficiencia y los buenos resultados del gasto sanitario español, a pesar de estar situado un par de puntos por debajo de la media europea. No obstante, advirtió la importancia de que "todos" actuasen de una manera responsable para contener el gasto público y hacer más eficientes los recursos sin tener que recurrir al copago, que en su opinión puede afectar a la salud de los ciudadanos y no subir los ingresos. «¿Se pueden tomar medidas? Sí. ¿Se van a tomar? También´´, afirmó.

1+1+¿1?
Si estas medidas se decantan finalmente por recortar los márgenes de los agentes, el ahorro para el conjunto del SNS podría oscilar entre los 215,3 y los 346 millones de euros, lo que supone entre un 1,7 y un 2,7 de la factura global a través de receta médica. No cabe duda de que para las comunidades se trata de una diferencia considerable. De ella puede depender el que finalmente se decida restarle también un punto de margen a la oficina de farmacia, que se convertiría en el agente que más aportaría en millones de euros.

Según un análisis realizado por EG, de ser excluida, la oficina de farmacia soportaría `solamente´ un impacto de 58,7 millones de euros (un 1,8 por ciento de su margen actual), debido al efecto arrastre de la rebaja que para la industria supondría una pérdida de 81,8 millones (un 1 por ciento) y para la distribución, 83,7 millones (un 13,2 por ciento). El segundo escenario, o impacto 1+1+1, elevaría en cambio la contribución de la farmacia hasta los 195,6 millones (un 6,09 por ciento de su margen).

¿Problema solucionado?
Es la pregunta del millón que se oculta tras todos estos cálculos. Sin duda, un recorte de márgenes como éste ayudaría a las comunidades a pagar su factura farmacéutica en un año difícil, en el que los presupuestos prácticamente se han estancado. Y aunque no es posible responderla con certeza, todo indica que se trata de una medida coyuntural que únicamente ayudaría a pasar un mal trago en el gasto de este año.

Para empezar, estos recortes no influyen en el consumo, que como se ha demostrado es el responsable del incremento de la factura. Más allá, las previsiones más optimistas sobre el incremento del gasto superan con creces el ahorro máximo del 2,7 por ciento que se podría obtener con este recorte. Y, por último, está la experiencia. Las rebajas de precios de 2002 y 2004 no tuvieron ni mucho menos un efecto permanente, y fueron pronto reabsorbidas por la tendencia creciente del gasto farmacéutico.

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