Las farmacias proponen a la Xunta que deje de financiar las medicinas de menos de dos euros

La federación gallega de boticarios plantea eliminar de la Seguridad Social los fármacos para dolencias menores

 

Las farmacias gallegas han propuesto a la Xunta que excluya de la financiación pública los medicamentos que cuestan menos de dos euros, de modo que sea el ciudadano cada vez que lo necesite el que pague este precio, que consideran asequible para todos los bolsillos. La patronal farmacéutica plantea esta medida ante el difícil panorama financiero que vive, tanto para aliviar su caída de facturación como para que la comunidad gallega logre rebajar las cuentas de la sanidad pública. Solo con que el ciudadano abone los fármacos menores de dos euros, el sistema sanitario gallego ahorraría "40 millones de euros al año", según consta en la propuesta de las boticas gallegas.

El documento elaborado por la patronal farmacéutica, en base a un estudio que mide la evolución del gasto y la eficacia de las medidas aplicadas en cada autonomía, fue trasladado el pasado día 14 a representantes de la Consellería de Sanidade en la Mesa (4) de Diálogo Social y el sector quedó pendiente de una respuesta a esta iniciativa en la próxima reunión, según pudo saber FARO. El debate de la exclusión de la financiación pública de los medicamentos de menor precio también está presente en el ámbito nacional. Precisamente ayer saltaba a algunos medios estatales que el nuevo Gobierno central baraja, entre las medidas para frenar el gasto y controlar el déficit, excluir de la financiación pública los fármacos con un precio menor, en este caso, a los tres euros (uno más que la propuesta gallega, con lo que el ahorro sería incluso superior porque el conjunto de fármacos cuyo pago tendría que asumir el ciudadano sería todavía mayor).

Ambos debates caminan en el mismo sentido, con la meta de dejar de financiar los medicamentos de precio muy reducido. ¿Cuáles serían? Desde omeprazoles (protectores estomacales para combatir la acidez) hasta jarabes para la tos o antigripales, como el Flumil o el Fluimicil. La propuesta también alcanzaría a los ibuprofenos, por ejemplo, para el dolor de cabeza, la fiebre o molestias provocadas por el periodo menstrual. Tampoco se descartan los antidiarreicos, antivaricosos e incluso las lágrimas artificiales para problemas de ojo seco. Según las farmacias gallegas, muchos de estos medicamentos ya se compran directamente porque, ante el bajo precio, el usuario acude directamente a la farmacia sin necesidad de ir al médico a buscar la receta. "Hablamos de un ibuprofeno para un dolor de cabeza, que cuesta 1,97 euros una caja de 40 pastillas que dura seis meses, por ejemplo", explican desde la Federación Gallega de Farmacias. Recuerdan, además, que a finales de los noventa, con Romay Beccaría como ministro, se excluyeron de la financiación pública medicamentos como la Aspirina o el Frenadol. "No pasó nada; al contrario, la gente siguió consumiéndolos y lo sigue haciendo casi 15 años después", apunta.

En la ´Propuesta para la contención del gasto farmacéutico´ presentada por la patronal gallega en la última mesa, el sector asegura que esta medida "no causaría un grave problema a la economía de casi nadie y, en cambio, al Sergas le supondría un ahorro sumamente importante que alcanzaría los 40 millones anuales". "Siendo conscientes de que esta medida depende del Ministerio de Sanidad, proponemos que aquellos medicamentos destinados a patologías menores, de precio inferior a dos euros, sean excluidos de la Seguridad Social", tal y como consta en el documento oficial. De llegar a materializarse, el medicamento que pasa a ser de venta libre, cuyo precio podría incrementarse ligeramente, aliviaría también la gestión farmacéutica, ya que se exluirían de la factura que mensualmente paga la Xunta a las boticas por los fármacos dispensados vía receta. Según el estudio en que se basa la propuesta gallega, "el impacto económico sería muy positivo para el sistema nacional de salud, para la hacienda pública, por el aumento en los ingresos de IVA, y para las oficinas de farmacia, por el incremento del importe medio por receta".

Con una deuda en la sanidad española de entre 15.000 y 18.000 millones de euros, es la propia patronal la que plantea a la Xunta aliviar la asfixia económica en este caso en la sanidad gallega con una fórmula a la que los sindicatos ya han dicho que no. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, expresaba recientemente que habría cambios en la prestación farmacéutica. El debate está servido tanto en Galicia como en Madrid.

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