Los recortes sanitarios y las acusaciones sobre la Sanidad privada caldean la campaña electoral
Los recortes sanitarios y las acusaciones sobre la Sanidad privada caldean la campaña electoral
- Los mítines electorales muestran a todos los candidatos como defensores de la Sanidad pública, aunque con pocas propuestas novedosas
- Los sindicatos médicos convocan paros contra los recortes sanitarios en Cataluña, Galicia y Canarias en los días previos al 20 de noviembre
Los dos grandes partidos tiene claras sus estrategias para que sean sus candidatos a la Moncloa los que pongan nombre a lo que ya se ha empezado a llamar ‘La hora R’. Con las encuestas claramente a su favor, el PP juega a no arriesgar, mantiene la indefinición de su programa y se defiende de la ofensiva a la que está abocado el PSOE si quiere remontar en las quinielas y repescar los votos de los indecisos. La Sanidad es solo uno de los muchos frentes abiertos, pero tanto Alfredo Pérez Rubalcaba como Mariano Rajoy son conscientes de su peso entre el electorado: a falta de nuevas propuestas, los recortes y la Sanidad privada echaron leña al fuego del debate político en los primeros días de la campaña.
Desde Felipe González hasta Trinidad Jiménez, pasando por José Luis Rodríguez Zapatero, que la semana pasada protagonizó un mitin en Alicante con la cabeza de lista socialista por esta provincial, Leire Pajín, todos han intentado transmitir el mensaje de apoyo a la Sanidad pública, un ámbito en el que el PSOE asegura haber multiplicado por dos la inversión en los últimos ocho años de gobierno. Paralelamente, los eslóganes contra la ofensiva privatizadora del PP han tenido lugar en actos de diversa índole.
En Andalucía, los socialistas los llevaron a las puertas de los mismos centros de salud. Pero fue Valencia la que se llevó la peor parte. Las acusaciones al Gobierno de Alberto Fabra de cerrar hospitales, quitar camas y desviar las listas de espera para beneficiar a la Sanidad privada fueron reenfocadas por el PP como un ataque a los profesionales sanitarios que en nada beneficia al PSOE, a quien las encuestas no le son halagüeñas en esta comunidad.
No es el único revés sanitario que el PSOE tiene que superar en la cuenta atrás hacia el 20-N. Al tiempo que Rajoy ha prometido "reformar lo que haya que reformar" para mejorar el sistema público de Sanidad, el PP no ha dudado en utilizar las ramificaciones del ‘caso Campeón’ como arma arrojadiza contra Rubalcaba y uno de sus principales efectivos en la campaña. La trama de las ayudas ilegales que se destapó el 24 de mayo en un operativo contra los laboratorios Nupel, propiedad del empresario lucense Jorge Dorribo, ha llevado al PP a exigir la dimisión de José Blanco como ministro de Fomento, portavoz del Gobierno y candidato por Lugo.
Campaña a dos bandas
Los partidos minoritarios luchan por hacerse hueco en una campaña que se centra en dos alternativas. No en vano, muchos consideran el 20-N como las elecciones más importantes de la democracia española. Su objetivo sigue siendo defender la Sanidad pública. IU pide para ello que el Estado aumente la financiación; UPyD solicita que la gestione, además de apostar por eliminar organismos y privilegios para evitar que se produzcan más recortes.
Otros que han entrado con fuerza en la campaña son los sindicatos médicos, que para los días previos a las elecciones han organizado paros en Cataluña (días 15 y 16), Galicia (16) y Canarias (17).
Los ajustes llevados a cabo en Sanidad enfrentan a los nacionalistas catalanes a una campaña bastante accidentada. Horas antes de comenzarla, un grupo de indignados irrumpió en su sede en Barcelona y lanzó consignas contra los recortes. Ahora, dicen los sindicatos médicos que su intención al convocar los paros, que solo se desconvocarán si CiU suprime los recortes sanitarios en 2012, no es influir en las elecciones, pero lo cierto es que no ayudará a la estrategia de los convergentes. Los recortes, cara a cara La tónica del debate sanitario en la campaña no podía faltar en el único debate electoral que Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba protagonizaron el pasado 7 de noviembre. Ambos candidatos se reprocharon recortes en materia de Sanidad y se enfrentaron con cifras.
Rubalcaba explicó sus propuestas para financiar la Sanidad y volvió a instar al PP a hacer pública la suya. En este sentido, alertó del problema a medio plazo de que los enfermos más gravosos se desvíen a la sanidad pública mientras la privada sigue "ganando dinero", con alusiones directas a Valencia y Madrid. Rajoy, por su parte, incidió en la idea de la financiación de la sanidad depende de la actividad económica, ya que las comunidades la pagan con el IRPF, el IVA y los impuestos especiales. "Si se crea empleo habrá dinero para financiarla", dijo. Además, frente a las acusaciones de recortes del PSOE, reprochó que el Gobierno haya reducido las partidas sanitarias un 8,2 por ciento.
Ambos líderes salieron satisfechos de un debate que casi se saldó con un empate entre candidatos, aunque con una ligera ventaja para Rajoy. Los partidos minoritarios, en cambio, lamentaron que el bipartidismo hubiera excluido a candidatos de otras formaciones.
